LA PERSEVERANCIA
Constantemente emprendemos una tarea con mucho interés y decisión. Sin embargo, en poco tiempo comenzamos a dar tropiezos, a enfrentar dificultades y muchas veces no obtenemos el resultado esperado en el momento oportuno. Comenzamos a decepcionarnos, a quejarnos y rehuimos el compromiso contraído y por supuesto que terminamos abandonando el proyecto.
Este desenlace nos lo reafirma Napoleón Hill en su libro Piense y hágase rico cuando expresa que:” La gran mayoría de la gente está preparada para echar por la borda sus objetivos y propósitos, abandonándolos a la primera señal de oposición o desventura”. El fracaso parece ser la meta y en muchos casos lo aceptamos como algo tan natural.
Pero el mismo Hill concluye que: ”Unos pocos continúan, a pesar de todas las oposiciones, hasta que los alcanzan". ¿Qué significan esta expresión? Simplemente que a pesar de la desilusión, el desencanto y los tropiezos que podamos experimentar en la realización de una actividad siempre habrá alguien que manifestará la intención de proseguir el proyecto emprendido hasta alcanzar el éxito.
En este sentido, Hill nos manifiesta que “Quienes han cultivado el hábito de la perseverancia parecen disfrutar de una especie de seguro contra el fracaso. No importan las veces que se vean derrotados; siempre terminan por subir el último peldaño de la escalera”. Pareciera entonces que hay algo que nos aguijonea cuando nos sentimos rendidos. Tal vez sea una voz que nos grita ¡cobarde! No te rindas, sigue adelante, levántate, continúa. Esta es la perseverancia.
¿Y cómo logramos la perseverancia para obtener el resultado esperado? Existen un conjunto de factores que contribuyen a perseverar. Estos son: el deseo de triunfar que no es más que aspirar con empeño, con entusiasmo cualquier cosa. La paciencia o sea la capacidad de esperar hasta que se plasme el resultado esperado. La confianza y convicción que consiste en el logro de todos los objetivos valiosos utilizando los medios correctos, de acuerdo a las reglas que se han formulado previamente. La responsabilidad es otro factor importante que en conjunto con la autodisciplina, el entusiasmo y fuerza de voluntad contribuyen de manera efectiva en el logro de metas.